viernes, 18 de septiembre de 2009

¿Producción o Productividad?

Producción significa fabricar productos que reúnan los requisitos mínimos necesarios de un mínimo coste con la calidad adecuada y cumpliendo con un plazo de entrega. Lo cual lograremos mediante la utilización de los llamados factores de producción; que son las personas representadas por el índice de horas hombre (Hh), los materiales y equipos necesarios.

La productividad, pues, es la relación que existe entre producción y recursos empleados, de tal forma que: “la productividad es directamente proporcional a la producción y inversamente proporcional a los recursos utilizados”.

Cada vez que nos planteemos aumentar la productividad debemos tenerlo muy claro, pues aun quedan muchas empresas que creen que sólo se puede aumentar la productividad aumentando la producción o haciendo grandes inversiones en equipos complejos y caros, y esto no es así.

Si esto fuese cierto, España en la situación actual, con contexto de crisis y a la cola en productividad, lo tendría realmente mal. La producción, si no hay demanda, no la podemos aumentar. Y si no hay crédito, ¿que inversiones en equipos se pueden afrontar?

La gestión eficaz y eficiente de los recursos empleados nos permitirá reducir el denominador de la función productividad, aumentando esta. Dependerá de en que grado seamos capaces de reducir dicho denominador para incluso disminuyendo la producción, aumentar nuestra productividad.

Las herramientas para hacerlo posible están. Por ejemplo, una de las importantes es el estudio de métodos y tiempos, pero hay otras como el TPM que busca máxima eficiencia de los equipos e instalaciones, o herramientas de calidad, ecodiseño e incluso ingeniería concurrente, que pretenden encontrar la mayor eficiencia en los materiales evitando sobrantes y desperdicios.

No podemos olvidar, tampoco, la gestión de la prevención de riesgos laborales haciendo un paso más delante de la seguridad e introducir conceptos y técnicas propias de la ergonomía.

Ser los últimos en productividad tiene de bueno que, si siendo tan malos hemos llegado hasta aquí, n’hi me imagino cuándo seamos buenos.

En próximos artículos voy hablar de estas y otras técnicas de gestión de la producción.

Para terminar simplemente dejadme que os diga, más bien os recuerde que las oportunidades y riesgos son dos caras de una misma moneda. El empresario lo puede hacer todo menos dudar ostensiblemente, es decir, manifestarse desorientado.

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